La infertilidad constituye un problema de salud pública global reconocido por la Organización Mundial de la Salud. Concretamente en España, alrededor del 15% de las parejas en edad fértil tienen problemas para concebir. Numerosos estudios concluyen que un estado nutricional adecuado y la actividad física moderada juegan un papel clave en la fertilidad, tanto de la mujer como la del hombre.
Cuando hablamos de fertilidad es imprescindible considerar la composición corporal, ya que tanto el bajo peso como el sobrepeso y la obesidad incrementan el riesgo de infertilidad. El exceso de grasa corporal altera las señales de las sustancias endocrinas que intervienen en la fertilidad, y también producen una resistencia a la insulina, que tiene un impacto negativo en la ovulación y la calidad de los espermatozoides. Por este motivo se recomienda que las mujeres con obesidad pierdan peso antes de iniciar un tratamiento de reproducción asistida, incrementando de este modo la tasa de éxito.
En relación a la alimentación, se ha demostrado que los cambios dietéticos disminuyen los trastornos ovulatorios y mejoran la calidad del esperma y la fertilidad. Los nutrientes implicados en la fertilidad, de los que se deberían asegurar ingestas adecuadas, y si fuera necesario suplementar, son diversos. Entre ellos destacan el ácido fólico, que interviene en la fabricación de ADN, y por tanto en la reproducción. Se debería vigilar la ingesta no sólo en la mujer, sino también en el hombre, ya que contribuye a mejorar la cantidad y calidad del esperma. Varias vitaminas como la A, D y E intervienen en la formación de espermatozoides, facilitan la implantación del óvulo fecundado y tienen efectos antioxidantes sobre los óvulos y espermatozoides. Entre los minerales que pueden ayudar a mejorar la fertilidad, el calcio tiene un papel clave en la formación de los espermatozoides, el hierro favorece la ovulación e interviene en la implantación del óvulo fecundado. El zinc puede mejorar la calidad del esperma, y el selenio es esencial para la reproducción, participando en la fabricación de hormonas masculinas.
También es importante mencionar que el tipo de hidratos de carbono, grasas (especialmente los ácidos grasos omega 3) y proteínas pueden condicionar la fertilidad de mujeres y hombres. Además es recomendable evitar el consumo de bebidas alcohólicas, la cafeína y el tabaco, ya que se asocian a una reducción de la calidad del semen y daño de los espermatozoides. Por lo tanto es recomendable que las parejas que estén planificando un embarazo o sufran infertilidad mejoren su estado nutricional para aumentar las probabilidades de concebir.
En CPEN tendrá el apoyo de un equipo de dietistas-nutricionista que le ayudará a conocer si sufre sobrepeso u obesidad, qué hábitos alimentarios serían necesarios mejorar y qué alimentos o en caso necesario suplementos, se deberían introducir en su dieta para mejorar la fertilidad.