Las enfermedades autoinmunes (psoriasis, artritis reumatoide, lupus eritematoso, alergias ambientales o alimentarias …) causan inflamación en el organismo y por este motivo existe mucha información sobre el tratamiento dietético que podría ayudar a mejorar los brotes que causan, tanto en número como en sintomatología.

Las primeras acciones con evidencia de que podemos llevarlas a cabo, son el mantenimiento del peso en un rango de normopeso y la conservación de unos niveles correctos de vitamina D durante todo el año. Ninguna otra suplementación es necesaria de manera sistemática, pero debemos revisar la dieta fijándonos sobre todo en que los niveles de omega 3 y vitamina B12 sean adecuados. Muchas veces podemos ayudar con glutamina y/o probióticos durante periodos de estrés, descanso inadecuado o intensificación de ejercicio físico.
De forma general, aconsejamos una dieta equilibrada antiinflamatoria, que es aquella basada principalmente en alimentos de origen vegetal (legumbres, cereales integrales, vegetales, frutas, frutos secos y semillas), ya que son la principal fuente de antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales. También recomendamos añadir hierbas aromáticas, especias, grasas insaturadas (aceite de oliva virgen, aguacate, aceitunas, frutos secos, pipas, entonces o sus aceites, pescado azul de pequeño tamaño …) i fuentes proteicas bajas en grasas saturadas (huevo, lácteos bajos en grasa, carne magra, pescado blanco, tofu, tempeh, seitán o soja texturizada).
Por otro lado, recomendamos evitar de forma diaria los cereales refinados, alimentos procesados, curados o ahumados, exceso de grasa saturada y trans, azúcar, sal y alcohol, así como cocciones más agresivas como la fritura, el rebozado o la brasa, ya que su consumo frecuente de forma crónica favorece la inflamación.
No podemos afirmar que todo el mundo deba realizar una dieta sin gluten, o retirar por completo los lácteos o la soja. Si se sospecha que podría haber una mejora, se puede planificar una exclusión temporal y valorar el resultado, siempre que se lleve una dieta equilibrada y suficiente, bajo supervisión del equipo de dietética.