Este tipo de diabetes suele aparecer en la infancia o adolescencia, si bien encontramos casos donde se manifiesta en edades más adultas. La causa de esta diabetes no está clara, pero se sabe que hay una destrucción de las células del páncreas encargadas de fabricar insulina y, por lo tanto, se debe inyectar desde el primer momento esta hormona de forma externa.

La cantidad de insulina que se debe aplicar antes de cada comida depende de diferentes factores, especialmente de la cantidad de hidratos de carbono (HC) que habrá presentes en la comida y de la actividad física que se ha hecho o se hará. De este modo, la educación diabetológica por parte de un experto que enseñe a cuantificar los hidratos de carbono («raciones de HC») y a regular las dosis de insulina, es fundamental para mantener unos niveles adecuados de glucosa, seguir una alimentación equilibrada y conservar así un buen estado de salud.
Con todo ello, el uso de las nuevas tecnologías en diabetes como los sensores continuos de glucosa o las APPs especializadas en esta enfermedad, pueden ayudar mucho en el día a día de las personas con diabetes.