Contenido revisado por Maria Peitx y Triay (Matrona)
Toda mujer está preparada para dar de mamar y su leche es el mejor alimento que le puede ofrecer a su hijo. Conocer las ventajas de la leche materna y el aprendizaje de una técnica correcta pueden ser algunas de las claves del éxito de la lactancia.
La mujer debe poder decidir el tipo de lactancia en función de sus circunstancias. La decisión de un tipo de lactancia natural o con leche de fórmula es decisión de cada mujer y, por tanto, hay que respetarla.
En aquellos pocos casos que, por determinadas razones, las mujeres no pueden amamantar, la utilización de leches de fórmula es un recurso.
Ante dudas o de la necesidad de apoyo durante la lactancia, es importante buscar el apoyo y la información de matronas, enfermeras, médicos y grupos de apoyo a la lactancia, conducidos por madres que tienen formación como asesoras de lactancia.
Ventajas y beneficios de la lactancia materna
La leche de la madre es el alimento idóneo para el bebé porque contiene los nutrientes que necesita (ni pocos ni demasiados).
Reduce el riesgo de alergias, de sufrir la muerte súbita del lactante, de diabetes y otras enfermedades crónicas, lo protege de infecciones, favorece el desarrollo de la mandíbula, etc.
Mejora la recuperación de la madre después del parto y ayuda a eliminar grasas y volver a la silueta habitual. También disminuye, en la madre, el riesgo de tener anemia, osteoporosis y cáncer de mama y ovario.
Crea un vínculo muy especial, tanto físico como psicológico, entre la madre y el bebé.
Técnica de la lactancia materna
El bebé debería iniciar la lactancia dentro de la primera hora del nacimiento. Se facilitará, que el hospital, madre y bebé convivan juntos las 24 horas del día.
Las tomas deben ser frecuentes y cuando lo pida el bebé, procurando, como mínimo, que haga de 8 a 10 tomas diarias.
Los primeros días se alimenta de calostro, leche muy rica en proteínas e inmunoglobulinas que aportan defensas al bebé.
La «subida de la leche» puede tardar más de tres días.
No se debe limitar la duración de las tomas. Es importante que el bebé mame todo lo que quiera del primer pecho (él, por sí solo, deja el pecho) para que reciba la «segunda leche» rica en grasas. A continuación, si quiere, puede tomar el otro pecho. En la toma siguiente se comenzará por este último.
Las tomas prolongadas no provocan dolor en los pezones ni grietas. Este dolor se produce cuando el bebé toma el pecho de forma incorrecta. Por lo tanto, hay que asegurarse de que el bebé abra bien la boca y tome todo el pezón y parte de la areola mamaria. Para comprobarlo, veremos que el bebé mueve las mandíbulas y las orejas de forma rítmica durante la toma y los labios están abiertos hacia fuera como si fueran una ventosa.
Hay que sentarse cómodamente para dar de mamar, con la espalda y los pies bien apoyados, y vigilar que madre y bebé estén colocados «barriga con barriga». También se puede dar el pecho tumbada en la cama, en posición invertida o de rugby, entre otros.
QUÉ HAREMOS SI TENEMOS…
Dolor en los pezones y / o grietas
El dolor en los pezones al comienzo de la toma es normal durante los primeros días y es transitorio.
Para evitar o curar las grietas, hay que asegurarse de que la posición del bebé es la correcta, adoptar diferentes posiciones (sentada, en la cama, rugby, etc.) y dejar caer gotitas de leche sobre el pezón, y dejar que se sequen.
No llevar los pezones húmedos, cambiar a menudo los empapadores y / o dejar el pecho al aire. No utilizar alcohol ni cremas (sólo puede utilizarse crema de lanolina). No lavar los pechos antes ni después de las tomas.
Pechos muy llenos y dolorosos (ingurgitación mamaria)
Aplicar calor sobre el pecho (ducha, esterilla eléctrica, etc.) antes de la toma, si la areola está muy tensa y al bebé le cuesta coger, se ha de vaciar el pecho hasta que la areola quede blanda, haciendo un masaje circular suave descendente en el pecho y presionando sobre la areola manualmente o con el sacaleches.
Al finalizar la toma, se aplicará frío. Hacer tomas frecuentes y sin limitar el tiempo, para que se vacíen bien los pechos. Hacer tomas nocturnas. No dar suplemento de leche artificial.
Dolor en los pechos, fiebre y enrojecimiento (mastitis)
Seguir dando el pecho.
Poner calor y hacer masaje en dirección areola de la zona afectada durante la toma. Al finalizar, aplicar frío. El médico prescribirá analgesia y probablemente antibiótico si la fiebre persiste más de 12 a 24 horas.
Sensación de pechos vacíos
En algunas mujeres, se hincha en algo los pechos antes de la toma y, en otros, no existe esta percepción: esto es normal.
El bebé obtendrá la leche que necesita en cualquiera de las dos situaciones.
Alimentación durante la lactancia
Es importante que la madre haga una dieta con raciones de todos los grupos de alimentos en 4 ó 5 comidas, al igual que durante el embarazo.
Hay que recordar la importancia de hacer el aporte adecuado de yodo (sal yodada, pescado, marisco, etc.).
Cuando se da el pecho, se recomienda tener al lado siempre líquidos para beber, ya que habitualmente se produce sequedad en la boca y necesidad de beber. Así se garantiza el aporte adecuado de líquidos para el organismo y para la producción de leche.
No hay alimentos prohibidos durante la lactancia, sólo el alcohol y el tabaco.
Es aconsejable reducir al máximo el consumo de café, té y colas.
Situaciones especiales
Gemelos: La producción de leche se adapta a las necesidades, es decir, cuanto más succión hay, más cantidad de leche habrá y cubrirá las necesidades de los bebés.
Al inicio, es mejor dar el pecho por separado, y cuando la madre ya está adaptada, se recomienda hacerlo simultáneamente.
Prematuros: Es especialmente importante darles la leche de la madre
porque necesitan de todos los beneficios que esta leche les puede proporcionar (protección frente a infecciones, maduración intestinal…).