Los celos entre hermanos es un fenómeno normal debido a la rivalidad que se crea entre ellos. Los padres no pueden evitar los celos entre ellos puesto que depende de la tolerancia de cada niño, lo que si que pueden hacer es potenciar una relación sana entre hermanos y reducir las discusiones a un nivel aceptable.
Cuando ha de nacer un hermano:
- Hacer participar al grande de los preparativos: Comprar ropa, montar la camita, preparar la habitación…
- En la clínica, cuando vea su hermano por primera vez, es necesario que esté solo con los padres, no con abuelos ni más visitas. No obligarlo a darle un beso ni a cogerlo. De normal tienen más ganas de ver a la madre que al recién nacido. A veces se pueden impresionar por ver a la madre con sueros y en la cama, es necesario previamente explicarles cómo será la situación.
- Cuando haya nacido, es bueno que ayude con las curas del bebe bajo vuestra vigilancia.
- Es importante reservar un tiempo para hacer cosas exclusivamente con el hermano mayor, cosas que el bebé no puede hacer como ir un día a cenar fuera, ir en bicicleta o al cine. Es importante que se haga tanto con el padre como con la madre.
Discusiones entre hermanos:
Dejar que discutan sin intervenir hace que aprendan a entenderse. Si la discusión es demasiado acalorada o llega a la pelea con agresión física hará falta separarlos sin culpar a nadie.
Otras normas:
No comparar las aptitudes entre los hermanos, por ejemplo: El pequeño se porta más bien o el mayor es más deportista… Elogiar las cualidades de cada hijo sin compararlas con otras.
No intentar ser justos haciendo lo mismo por cada hijo puesto que cada niño y cada edad tienen sus necesidades distintas.
Aunque resulte más incómodo para los padres a la hora de programar las actividades extraescolares, es bueno que cada niño haga las más adecuadas en cada caso. Si uno de los hermano tiene aptitudes para la música no hace falta que todos vayan a música, hay que potenciar en cada caso lo que más les guste.
Cuando hagan actividades juntos o jueguen bien un rato hace falta agradecérselo y gratificarlos.
Hay que enseñar a escuchar a la otra parte y a resolver conflictos entre ellos mismos, no hay que hacer de árbitro ni dar la solución. Si aprenden bien a entenderse y a ser tolerantes en casa, después esto les servirá para otras relaciones. Es importante también que los adultos den ejemplo: si los paras están todo el día discutiendo ellos lo verán como un modelo normal de relación. Al contrario, si hay una disparidad de opiniones sobre algún tema entre los grandes y ven que se dialoga y se pacta ellos lo tomarán como el camino normal a repetir.